La evaluación institucional según Cachare (sf) consiste en “el
desarrollo de un conjunto de estrategias que permitan apreciar los resultados de
la acción institucional, con el fin de orientar las metas y políticas
establecidas de acuerdo con los intereses y necesidades sociales que le son
inherentes”. En este sentido, se puede evidenciar que la evaluación
institucional se basa principalmente en las acciones que dicha institución
lleva a cabo en la labor administrativa y directiva, las cuales buscan el
alcance de las metas planteadas de acuerdo a las necesidades e intereses de la
sociedad que atiende.
Así mismo, es evidente que para cumplir las metas u objetivos propuestos
por una institución es necesario trabajar en pro de ello cada día, ya que se
trata de un proyecto a largo plazo el cual necesita continuidad y actualización
constante. Esto implica que la evaluación institucional sea un proceso
sistemático y continuo que permita obtener información de cómo está funcionando
la institución y si satisface efectiva y eficazmente los objetivos que cubren
las necesidades concernientes a la sociedad.
Por otra parte, ya que la evaluación institucional es continua, ésta se divide en varias etapas las cuales
Cachare (sf) nos define como: evaluación interna, evaluación externa, y la
reevaluación. La evaluación interna
se lleva a cabo por la comunidad de la institución en la cual cada uno de ellos
participa y propone los parámetros por los cuales se evaluará la institución. La evaluación externa la realizarán
entes externos a la institución que son representantes de la sociedad organizada
académica, y que son elegidos por la institución los cuales son expertos en la
materia, donde estos tomarán como referencia para la evaluación los objetivos
de la institución. Y la reevaluación
se hace para sintetizar todo lo que se ha obtenido como resultado en las
evaluaciones previas, tomando en cuenta el juicio que dieron los expertos
respecto a la realidad objetiva de la institución, con el fin de analizar los
procesos que se dan en la institución para reestructurarlos para lograr
eficiencia en sus objetivos.
En otro sentido, la evaluación institucional posee varios modelos que
permiten indagar de diversas maneras la realidad institucional. Entre algunos
de ellos Cachare (sf) presenta: el modelo de causa y efecto institucional Astin
1972, el modelo de evaluación interna o autoevaluación Pace 1979, el modelo de
evaluación del ambiente institucional Moss 1979 y el modelo de evaluación de
organizaciones educativas basadas en logros Lafourcade 1982.
El modelo de causa y efecto
institucional evalúa al estudiante prestando atención en el impacto que la
institución pueda causar por medio de las actividades programadas en las
actitudes y aptitudes de los egresados. Por medio de este modelo se estudia la
institución por medio de los egresados de acuerdo a su rendimiento académico,
conocimientos, aptitudes, motivación, seguridad entre otros aspectos de tipo
cognoscitivos y afectivos. La calidad de la institución depende indirectamente
de los estudiantes, por lo cual no describe específicamente las características
que necesitan ser reforzadas o cambiadas para mejorar la institución.
El modelo de evaluación interna o
autoevaluación considera que no se puede delimitar las situaciones
institucionales que afectan al estudiante, por lo cual realiza su estudio
evaluativo de dos maneras, la primera es interna en la cual un grupo de estudiantes con características
particulares bajo determinados recursos, y propósitos son estudiados para
observar la eficacia del instituto, la segunda es de índole externo en la cual
se realiza comparaciones con instituciones de regiones semejantes bajo el mismo
enfoque, para obtener diferencias entre estas.
El modelo de evaluación del
ambiente institucional este modelo considera que la interacción que existe
entre el ambiente y el estudiante influye en el rendimiento académico de éste,
por lo cual Moss diseña dos escalas que permite medir el grado de interacción
entre el ambiente y el estudiante, de donde se puede establecer en qué medida
la institución puede lograr sus objetivos propuestos.
El modelo de evaluación de
organizaciones basadas en logros se enfoca en la evaluación comparativa con
otras instituciones buscando conocer según Lafourcade 1982: “(a) las
condiciones reales de logro de la institución, (b) su capacidad de consecución
de metas y de renovación y cambio, y (c) la efectividad y eficiencia de sus
estrategias de logro y el control de los posibles efectos colaterales”. Para
realizar la evaluación se analizan indicadores que tengan relación con el logro
de las metas. Éste modelo al basarse solo en el logro de las metas, descuida lo
que sucede en el proceso de esos logros característica por la cual es
criticado.
En otro sentido, el propósito de la evaluación institucional descrito
por Bigman 1961 se describe como sigue:
1.
Describir
si los objetivos han sido alcanzados y de qué manera.
2.
Determinar
la razón de cada uno de los éxitos y los fracasos.
3.
Describir
los principios que subyacen en un programa que ha tenido éxito.
4.
Dirigir
el curso de los experimentos mediante técnicas que aumentan su efectividad.
5.
Sentar
las bases de una futura investigación sobre las razones de un relativo éxito de
técnicas alternativas.
6.
Redefinir
los medios que hay que utilizar para alcanzar los objetivos, así como incluso
las submetas, a la luz de los descubrimientos de la investigación.
En conclusión, la evaluación institucional es necesaria para guiar el
desarrollo de las estrategias institucionales que buscan cumplir los objetivos
y metas de ésta, para corregir rumbos desviados y reformular planes que ayuden
a lograr en el sujeto el mejor perfil del egresado que sea posible de acuerdo a
las expectativas de la institución.
Orlando
Marrero
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